Son días de mucho desgaste físico, mental y espiritual, la congregación preocupada se mantiene en oración por el estado de salud de mi Padre Pr. Ernesto García de la Huerta.
Lo veo cansado y con pocas fuerzas, el otro día le hicimos unos masajes en sus pies junto con mi esposa Claudia ya que los tenía muy helados y pensé en la posición que estaba ahora que por primera vez le tocaba los pies a mi padre y reflexionaba en lo frágil y cercano que es tocar los pies. Comprendo la insistencia de él Señor Jesús en lavar los pies de sus discípulos ya que esto proporciona propiedad, humildad, cercanía, intimidad, afecto y por sobretodo amor incondicional.
Justo este mes la congregación está de aniversario, cumple 50 años al servicio del propósito de Dios, y en este momento el pastorado de la hermandad lo llevamos mi madre, mi hermano menor Obed y yo, que sin lugar a dudas nos lleva a redoblar nuestros esfuerzos. Creo firmemente que hay un propósito de Dios en la vida de mi padre, mi familia y congregación, nada se escapa de la mano de Dios y es mi interés ver como el Señor se glorifica en nuestra flaqueza por que hay es donde somos fuertes. El apóstol Pablo dice en una de sus epístolas: "...como entristecidos, mas siempre gozosos". Creo que esa frase expresamuy bien lo que es la vida cristiana y estamos llamados a expresar el hecho de ser discípulos del Señor y Gloria al Eterno por su gran amor y misericordia que podemos sentir por medio de su Espíritu Santo.
"Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2ª Corintios 4:17).
Hay tribulaciones momentáneas, sí, pero ellas producen en nosotros algo eterno; producen oro, producen una piedra preciosa; nos van transformando en la misma imagen del Señor.
Andrés García de la Huerta Vivarez
Santiago - Chile
