lunes, septiembre 06, 2010

EL CARÁCTER

Sé un pedazo de roca

El liderazgo es la capacidad y voluntad de conducir a hombres y mujeres a un propósito común y a un carácter que inspire confianza.

—Bernard Montgomery,
British Field Marshall

Nunca niegues tu propia experiencia y convicciones por mantener la paz y la calma.

—Dag Hammarskjold,
Hombre de Estado y Premio Nobel de la Paz

Arriesgarlo todo

Si has estado en aeropuertos pequeños o tienes mucha experiencia volando en aviones de ejecutivos, probablemente habrás visto o volado en un avión Lear. Yo he tenido la oportunidad de volar en uno de esos un par de veces y es toda una experiencia. Son pequeños, solo pueden llevar de 5 a 6 pasajeros, y muy rápidos. Es como subir a un tubo con motores a reacción.

Tengo que admitir que la experiencia de montar en un avión Lear es bastante estimulante. Pero lo más asombroso para mí es el tiempo que ahorra. He viajado literalmente millones de kilómetros en aviones comerciales y estoy acostumbrado a largos viajes hasta los aeropuertos, a la devolución de carros rentados, a vuelos cortos, a embotellamientos en las terminales, y a retrasos que parecen interminables. Esto puede ser una pesadilla.

Volar en un Lear puede fácilmente reducir a la mitad el tiempo del viaje.

El padre de este asombroso avión fue un hombre llamado Bill Lear. Inventor, aviador y líder de negocios, llegó a ostentar más de 150 patentes, incluyendo la de los pilotos automáticos, radio de carros, y cintas de grabadoras de ocho pistas. Lear fue un pionero en su pensamiento, y en 1950 pudo ver el potencial para la fabricación de pequeños aviones para compañías. Le tomó varios años transformar su sueño en realidad, pero en 1963 el primer avión Lear a reacción hizo su viaje inaugural, y en 1964 hizo su primera entrega a un cliente.

El éxito de Lear fue inmediato y rápidamente vendió muchas de estas aeronaves. Pero no mucho después supo que dos de ellas se habían estrellado en misteriosas circunstancias. Aquello lo dejó anonadado. Por ese tiempo, cincuenta y cinco de los aviones Lear pertenecían a dueños privados. Lear inmediatamente envió un aviso a todos los dueños para que no volaran sus aviones hasta que él y su grupo pudieran determinar qué había causado las caídas. La preocupación de que más vidas se perdieran era mucho más importante para él que cualquier publicidad negativa que pudiera surgir en los medios de comunicación.

Al investigar en los vuelos fatales, Lear descubrió una causa potencial, pero no pudo verificar el problema en tierra. Había solo una forma segura de descubrir si había diagnosticado el problema correctamente. Tendría que hacerlo en el aire.

Era un proceso peligroso, pero fue lo que precisamente hizo. Mientras volaba el avión estuvo a punto de perder el control y por poco tiene el mismo destino de los otros dos pilotos. Pero se las arregló para realizar las pruebas y establecer dónde estaba la falla. Creó una nueva pieza y se la puso a los cincuenta y cinco aviones, eliminando el peligro.

Mantener a los aviones en tierra le costó a Lear mucho dinero. El incidente sembró la duda en las mentes de consumidores potenciales, y como resultado, necesitó dos años para reconstruir el negocio. Pero Lear nunca se arrepintió de su decisión. Estaba deseoso de arriesgar su éxito, su suerte, e incluso su vida para resolver el misterio de esas caídas; pero no su integridad. Y para eso se necesita carácter.

Al grano

La forma en que un líder trata con las circunstancias de la vida dice mucho de su carácter. La crisis no necesariamente forma el carácter, pero sí lo revela. La adversidad es el cruce de dos caminos donde una persona tiene que elegir uno de los dos: carácter o compromiso. Cada vez que escoge el carácter, la persona se vuelve más fuerte, aun cuando esa elección traiga consecuencias negativas. Como escribió el ganador del Premio Nobel Alexander Solzhenistsyn, «El sentido de la existencia terrestre descansa, no en la forma en que hayamos desarrollado el pensamiento en función de la prosperidad, sino en el desarrollo del alma». El desarrollo del carácter es el centro de nuestro desarrollo, no solo como líderes sino como seres humanos.

¿Qué debemos saber sobre el carácter?

1. Carácter es más que hablar

Cualquiera puede decir que tiene integridad, pero la acción es el indicador real del carácter. Tu carácter determina quién eres. Lo que eres determina lo que ves. Y lo que ves determina lo que haces. Es por eso que nunca se puede separar el carácter de un líder de sus acciones. Si las acciones e intenciones del líder están en constante oposición, entonces mira a su carácter para encontrar el porqué.

2. El talento es un don, pero el carácter es una elección

Hay muchas cosas en la vida sobre las que no tenemos control. No podemos escoger a nuestros padres. No podemos seleccionar el lugar ni circunstancias de nuestro nacimiento y crecimiento. No podemos seleccionar nuestros talentos o nuestro coeficiente de inteligencia. Pero sí podemos escoger nuestro carácter. En realidad, el carácter lo estamos creando cada vez que hacemos una elección; evadir o confrontar una situación difícil, doblegarnos ante la verdad o mantenernos bajo el peso de ella, tomar el dinero fácil o pagar el precio. A medida que vivimos y hacemos decisiones, estamos formando nuestro carácter.

3. El carácter produce éxito duradero con las personas

El verdadero líder siempre hace participar a otras personas.(Como dice el proverbio sobre liderazgo, si piensas que eres un líder y nadie te sigue, entonces estás solo dando un paseo.) La gente no confía en líderes que saben que tienen grietas en sus caracteres.

4. Los líderes no pueden ir más allá de los límites de su carácter

¿Has visto alguna vez a personas altamente talentosas que repentinamente se desmoronaron cuando lograron cierto nivel de éxito?

La clave de este fenómeno es el carácter. Steven Berglas, sicólogo de la Escuela de Medicina de Harvard y autor de El síndrome del éxito , dice que la gente que alcanza grandes alturas pero carece de un carácter sólido que los sostenga a través del estrés, van de cabeza al desastre. Él cree que su destino está determinado por una o más de las siguientes características: arrogancia, profundos sentimientos de soledad, una búsqueda destructiva de aventuras, o adulterio. Cada una constituye un precio muy alto a pagar por un carácter débil.

Extracto tomado del libro

LAS 21 CUALIDADES INDISPENSABLES DE UN LÍDER

JOHN MAXWELL


No hay comentarios.: