miércoles, septiembre 15, 2010

No envié sus Patos a las Escuela de la Águilas


Hoy en la mañana después de tomar desayuno me dirigí a mi biblioteca y tome el último libro que compre de John Maxwell “Liderazgo principios de oro”, y leí uno de sus capítulos “No envié sus patos a la escuela de las águilas” en el menciona algo muy interesante sobre quienes son las personas que queremos que trabajen con nosotros en cualquier ámbito ¿Quieres patos o aguilas para conquistar?
A continuación un extracto del libro que toma de otro autor u compendio de Jim Rohn (Extraído de \"Leading an Inspired Life\") para enseñar este principio
La primera regla de la Administración es ésta: "No envíe a sus patos a la escuela de las águilas".
¿Porque? Porque eso no funciona. La gente buena se descubre, no se forja. Cada uno puede cambiarse a si mismo, pero usted no puede cambiar a otra persona. Si usted quiere buenas personas, usted tendrá que buscarlas, no motivarlas a ser buenas personas.
No hace mucho vi un aviso de una página en un diario de New York sobre una cadena de hoteles. La primera línea del aviso decía, "Nosotros no le enseñamos a nuestra gente a ser agradable" lo que me llamó la atención. La segunda línea decía, "Nosotros contratamos gente agradable". En ese momento pensé, "que idea tan inteligente!"
La Motivación es un misterio. ¿Porque algunas personas la tienen y otras no? ¿Por qué es que un vendedor recibe a su primer cliente potencial a las siete de la mañana, y mientras que otro lo recibe a las once de la mañana? Porque uno empieza a las siete y otro a las once? Sinceramente no lo sé. Llámelo "misterios de la mente".
Yo doy conferencias a miles de personas a la vez. Uno de los asistentes se para y dice, "Voy a cambiar mi vida". Otro asistente sale de la sala con una mueca en la cara y dice, "Esto lo he escuchado antes". ¿Porque sucede esto?
Un hombre rico le dice a miles de personas, "Yo leí este libro y me puso en el camino a la riqueza". Adivinen cuántos de esos miles saldrán y comprarán el libro? La respuesta: muy pocas. ¿No les parece increíble? ¿Porque no cada uno saldrá a comprar el libro? Son misterios de la mente…
A una persona hay que decirle, "Mejor baja la velocidad, no puedes trabajar tantas horas, hacer tantas cosas, correr, correr, correr. Te va a dar un ataque cardiaco y morirás". Y a otra persona usted tiene que decirle, ¿Cuándo te vas a levantar del sofá? Cuál es la diferencia? Porque no todos se esfuerzan por ser prósperos y felices?
Déjelo como uno de los misterios de la mente y no gaste su tiempo tratando de convertir a los patos en águilas. Contrate a personas que ya tengan la motivación y la voluntad de ser águilas y luego simplemente permítales volar.

Andrés García de la Huerta Vivarez

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