He llegado a mi casa luego de una semana de trabajo y dedicación en ayudar a los damnificados del terremoto – maremoto que azoto mi país Chile. He podido ver de cerca el sufrimiento de aquellos que el mar se llevo sus casas con olas de 12 metros de alto, ellos me decían que el terremoto no fue tanto como el daño que les causo el mar. Es impresionante como el mar se llevo casas completas sin dejar nada, apenas el piso o sus cimientos en algunos casos. La tierra se movía contantemente todos los días desde 5 a 12 temblores diarios, ya nos habíamos acostumbrado a los temblores sobre todo porque dormíamos en carpas y el hecho de estar acostados apegados al suelo nos hacía prever un temblor, a esto se añade que nuestras carpas estaban a 100 metros del mar, muchos de mis compañeros voluntarios dormían intranquilos por miedo a que el mar se entrara, el oleaje sonaba continuamente con diferente intensidad y cuando dejaba de sonar varios se levantaban para ver si el mar se había entrado. El día jueves como al medio día sufrimos de un terremoto grado 7,7 en la escala de rigther, nosotros estábamos levantando una casa a orillas del mar cuando ocurrió esto, todos quedamos alarmados, los militares se quedaron mirando el mar y nos avisaron que si venia otro había que evacuar y subir a los cerros, a los minutos vino el segundo y dieron la alarma de tsunami o maremoto y todos subimos a los cerros con lo más importante algunos se accidentaron porque la histeria los domino y para tranquilidad de todos pasamos la noche en los cerros. Mis compañeros me decían que les molestaba mi tranquilidad y esa fue una oportunidad de para evangelizar y darles a conocer quién es el que me provee de esa paz.
1 comentario:
Estimado hermano... me alegra saber que estas bien... estuvimos orando por todos los Exploradores del rey de chile. Y Especielmente por tu familia... No se si el sistema de correos, esta funcionando, para poder enviarte lo que te ofreci...
Saludos y bendiciones
Carlos godoy
Guatemala
Publicar un comentario